El otro día y tras un pequeño «rifi-rafe» entre mis dos hijos (David de 6 años y Javier de 2), empiezan a discutir quién tenía la culpa, la verdad, no me acuerdo exactamente por qué saltó la chispa, pero bueno, ahí estaban.

Tras un rato discutiendo se escucha este fragmento:

– Javier: «Tonto»

– David: «Tonto tú»

– Javier, tras unos segundos pensando: «Po tonto tú yyyyyy tu hermano, eah»

 

Y ahí queda la cosa, se quedó tan pancho.