Relato para taller de escritura creativa

Las sirenas anti aéreas no han llegado a sonar hoy.
Siempre la mala coincidencia, la noche, la lluvia y los misiles volando nuestras cabezas.
Uno de las bombas ha impactado en el bloque frente a mi ventana
La gente sale despavorida, corriendo, con lo primero que tienen a mano.
Un padre sale con un pequeño en brazos
El pequeño, todavía va en pijama.
El impacto del misil ha debido ser muy cerca de su piso, o en su mismo piso.
Tiene el pijama ensangrentado
Se escuchan más explosiones
Ese olor a quemado que se queda en el ambiente y que se nos graba en la memoria.
Va corriendo con el pequeño en brazos.
Ellos llegaron hace unos meses, quizás huyendo de otro bombardeo, a la búsqueda de un nuevo futuro, pero la sombra de este enfrentamiento nos persiguen allá donde vayamos.
Muchos coincidimos en el camino, otros, nos conocemos al llegar.
El padre sigue corriendo a la búsqueda de alguien que les ayude, que les lleve al hospital.
El pequeño se ve débil, intenta abrir los ojos, pero no llega a conseguirlo; cada vez se le ve más flojo; ha debido perder mucha sangre, ahora estamos más cerca y lo veo mejor, le faltan las piernas.
El padre chilla pidiendo ayuda, pero el estruendo de las bombas apaga su voz.
El pequeño tiene el pijama cada vez más ensangrentado.
Los brazos que tenía agarrándose al cuello de su padre, caen lacios sin fuerzas.
El padre se arrodilla y se desploma
No ha podido hacer más