Todo el mundo piensa en dar de alta una empresa en Hacienda, dar de alta en el Registro de Actividades, pedir la licencia oportuna en el caso de tener un local abierto al público, etc, etc, etc.
Pero, ¿cuántas veces se ha parado en definir la Identidad de Marca?
El crear una marca, no es sólo pensar en un nombre llamativo y un slogan, también debemos pensar en
- qué queremos que transmita la marca,
- que sensaciones queremos que provoque,
- diseñar un logo, ya sea logotipo/imagotipo/isotipo/isologo
- colores corporativos, tipos de letra, sonidos e incluso aromas
Cómo construir una identidad de marca que destaque y conecte
Construir una identidad que realmente funcione es como montar un rompecabezas: cada pieza debe encajar perfectamente para reflejar la esencia de tu negocio. Aunque a veces subestimamos el impacto de cosas como el sonido, el aroma o incluso el color que elegimos, la realidad es que todos estos detalles cuentan.
Hoy en día, las marcas no solo se perciben con los ojos. Cada vez más, el oído y hasta el olfato tienen un papel importante en cómo conectamos con los clientes. Imagina un sonido que se queda grabado en tu cabeza, como el tono de inicio de Netflix. Ese tipo de detalles son oro puro: no necesitas ver el logo para reconocer que es Netflix; ese sonido ya lo dice todo.
Pero no solo el audio tiene su momento. Si tienes una tienda, ¿por qué no añadirle un toque especial con un aroma característico o una música que vaya de la mano con tu estilo? Por ejemplo, un spa podría usar un aroma relajante de lavanda y melodías suaves para reforzar esa sensación de calma. Con estas pequeñas cosas puedes hacer que tu marca sea más memorable y crear una experiencia que tus clientes quieran repetir.
De una buena elección viene el reconocimiento de la marca de inmediato
Pero sobre todo, tener previsto en qué situaciones se van a usar los diferentes elementos
Un caso puede ser elegir un tipo de fuente de letra que, en documentos quede bien, pero sea muy complicada de llevar al terreno físico para ponerla en 3D.
Elegir un color corporativo: mucho más que estética
Ahora vamos al meollo del asunto: los colores. Elegir el color que representará tu marca es, literalmente, una decisión que puede pintar toda tu imagen (y no siempre de la forma que esperabas). Sí, el morado puede parecer una gran idea, pero, ¿qué pasa cuando decides usar luces moradas en la fachada de tu negocio y el resultado es… raro?

Cuando visitamos la web de este organismo, vemos que hay 3 colores característicos:
#198b8f #6b56a0 y #ecaacd

Incluso, el 90% de los elementos de la web, están puestos en el color «verde»
Sin embargo, al elegir la iluminación para las oficinas, como podemos ver en la imagen, el tono es más parecido al rosa/morado
Y, sinceramente, no creo que el departamento de publicidad haya querido transmitir lo que yo recibo al ver esa tonalidad en las luces; sobre todo, cuando las luces están encendidas
Conclusión
Crear una identidad de marca sólida es mucho más que poner bonito tu logo o elegir un color que te guste. Se trata de pensar en cómo todos los elementos, desde el audio y la ambientación hasta el color, trabajan juntos para contar tu historia. Y sí, elegir un color corporativo puede parecer simple, pero hacerlo bien es una inversión que hará que tu marca destaque y se mantenga coherente sin importar dónde se use. Recuerda que los detalles marcan la diferencia y, cuando los cuidas, tu público lo nota.